martes, 3 de julio de 2012

Se busca emprendedor joven y creativo


A raíz de la crisis económica y en el contexto español ha aumentado considerablemente el uso de lo que denominaré “vocabulario del emprendedor”: en este encontramos diversos conceptos: emprendedor, joven, creatividad, innovación, reinventarse, etc. Esto no significa que antes no se hablara de ellos, es evidente que existen desde mucho antes de la crisis. Pero lo que sí percibo es que a partir de ésta se habla mucho más de estos y sobre todo se hace de forma conjunta ya que hemos acabado por asociarlos.

Repito que no son conceptos que se “inventen” a partir de la crisis. Ya existían anteriormente, no partimos de cero. No obstante, ahora todos estamos mucho más familiarizados con estos, los encontramos en todos lados: periódicos, revistas especializadas y de divulgación, telenoticias, tertulias radiofónicas, magacines televisivos, toda una literatura del emprendedor, etc.

Ser emprendedor es “cool”, conlleva un prestigio, un valor socialmente atribuido. No hay duda de que es mucho mejor que estar parado pero emprender conlleva riesgo. Ser emprendedor supone aceptar ese riesgo, ser capaz de convivir con él. ¿Esto puede generar individuos más dispuestos a actuar en situaciones de incertidumbre y miedo, individuos que no se acobarden y paralicen ante lo desconocido y lo inseguro? ¡Pero cuidado! ¿Esta supuesta valentía que lleva a actuar bajo riesgo e incertidumbre es reflexionada y razonada o por el contrario responde a un deseo ingenuo de emprender? Está claro que sin un ápice de optimismo y motivación uno no dedica su tiempo y ahorros a crear y emprender. Pero como dice Emilio Duró “no hay nada peor que un tonto motivado”.

Un concepto interesante dentro del “vocabulario del emprendedor” es el de innovación. Acordaremos que innovar implica aportar algo nuevo y que este concepto está estrechamente relacionado con el de creatividad. En su día ya escribí sobre el concepto de creatividad y la manera como la entendemos actualmente [Ver La creativitat està sobrevalorada] y las conclusiones de entonces son aplicables también para éste caso. Una sociedad que fomenta la innovación es para mí mucho más deseable que una que se estanca en el conservadurismo, el problema está en la forma de entender la innovación. Hay que vigilar y replantear los términos cuando conceptos como el de innovación se convierten en fines en sí mismos. Innovar e innovar porqué tenemos los medios y la creatividad para hacerlo, aunque ello nos lleve al mismo lugar del que partimos.

Pero el concepto de innovación llega a su connotación más apasionante cuando se aplica al individuo mismo. Entonces se le llama reinventarse. Abandonar aquello a lo que me he dedicado hasta el momento para ocuparme de algo distinto. Aquel concepto de un trabajo estable, dentro de una misma empresa ascendiendo de cargo con los años y la dedicación es algo que ya ha quedado obsoleto y que incluso provoca cierto malestar y rechazo. Preferimos, o han conseguido que prefiramos, ser unos “nómadas laborales”, infieles por elección, reinventores de nosotros mismos y nuestras capacidades (es curioso observar como incluso la ciencia contribuye a esto. ¡Piensa en el concepto de plasticidad cerebral!). Además se trata de reinventarse no tan sólo cuando nuestro proyecto fracasa: el emprendedor ha llegado a identificar el fracaso con la oportunidad, oportunidad para aprender de los errores, oportunidad para mejorar, oportunidad para reinventarse; sino que también, y esto lo más interesante, se trata de reinventarse cuando todo va bien.

Sin duda el espíritu emprendedor es un recurso que hay que fomentar, y así se hace, pero no sin reflexionar la clase de individuo que éste potencia. Individuo que se convierte en funambulista del riesgo, nómada convencido que no dudará ni un instante en abandonar un proyecto, aunque funcione, para embarcarse en uno nuevo, siempre escudándose en el discurso de lo “mucho aprendido” y lo “mucho por innovar”; un innovador empedernido que se regocija en su afán por reinventarse casi provocándose esquizofrenia. Como he apuntado en otros escritos se trata de pensar críticamente para no dejarse llevar por las tendencias del momento.

Marc

No hay comentarios:

Publicar un comentario