El pasado 3 de mayo y
con ocasión de presentar su libro El mito
del cerebro creador (2011), dio una conferencia en la Facultad de
Psicología de la Universidad de Barcelona el doctor en Psicología Marino Pérez.
Con el título «La Psicología frente al “cerebrocentrismo” y el DSM-5». Pérez
presentó el panorama que afronta en la actualidad la psicología. Por un lado
una nueva disciplina científica llamada neurociencia y que contagia ese prefijo
neuro- a todos los campos que conocemos, neuroeconomía, neuropolítica,
neuroética, neuroestética, etc. Y por otro la inminente y discutida renovada
versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de
los Trastornos Mentales, la Biblia de todo psicólogo.
Asistimos actualmente a
la emergencia de la neurociencia y lo que Pérez denomina “cerebrocentrismo” se
ha convertido en una moda: la tendencia a explicar los fenómenos de la conducta
humana como producto de la actividad cerebral. El profesor advirtió sobre la
peligrosidad de un reduccionismo neurocientífico, pues más allá de debates
metodológicos, epistemológicos, etc., la producción de la neurociencia está
encontrando un mercado de divulgación que la acoge con los brazos abiertos. En
palabras de Marino Pérez, la divulgación neurocientífica se ha convertido ya en
todo un género literario y las obras que produce pueden clasificarse en dos
categorías de acuerdo a la forma de entender el propio cerebro. Por un lado se
puede concebir el cerebro como sujeto creador: Y el cerebro creó al hombre (2010); ¿Qué nos hace humanos? (2010);
La búsqueda científica del alma (2003).
Mientras que por el otro lado está la concepción del cerebro como objeto: Entrena tu mente, cambia tu cerebro
(2008); ¿Qué hacer con nuestro cerebro?
(2007).
También denunció la
complicidad de las humanidades en la coronación de la neurociencia como ciencia
reina. Complicidad que es debida más a su complejo de inferioridad que a su
pasividad. Complejo que empuja a las disciplinas más humanísticas hacia una
voluntad cientificista y las hace sonreír ante una ciencia que promete
retornarlas a primera página, como dice Pérez en su libro ya citado: «todo lo
que lleva neuro + algo, vende y, así, todo lo que se sabía
hay que revenderlo neuroempaquetado».
Por lo que respecta al
DSM-5 además de todas las discusiones que se crearon alrededor de este, una de
las aportaciones más interesantes de Pérez fue la definición de una dimensión
transdiagnóstica que conviene en llamar “hiperreflexividad” y a la que definió
como una excesiva autoconciencia y experiencia de uno mismo que es común a
todos los trastornos psicológicos y que puede llegar a convertir en patológico
un problema normal de la vida. La crítica que se deduce de este
concepto recorre la disciplina psicológica desde hace tiempo y se cuestiona si la
psicología no estará fomentando los mismos problemas que promete curar, por
ejemplo ¿en qué medida un concepto como introspección fomenta la excesiva conciencia
de sí mismo?
Voces como las de
Marino Pérez suponen una perspectiva crítica necesaria para toda ciencia o
disciplina y casos como el que presentó no hacen más que poner de manifiesto la
necesidad de un pensamiento crítico basado en la historia y la necesaria
recuperación de unas, hoy en día, desahuciadas humanidades. Comienza a ser
evidente que es menester reconocer la importancia de una Psicología Histórica y
de aquellos grupos que trabajan en pos de una Psicología Crítica.
- Pérez Álvarez, M. (2011) El mito del cerebro creador. Cuerpo, conducta y cultura. Alianza Editorial.
- Pérez Álvarez, M. (2012) Las raíces de la psicopatología moderna. La melancolía moderna. Pirámide.
Marc
Ver también: http://meditacionespsicosoficas.blogspot.com.es/2012/04/que-quiere-vendernos-la-neurociencia-1.html
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